Láser para eliminar várices: cómo funciona este tratamiento
Una de las mayores preocupaciones estéticas de las mujeres es la aparición de las várices, ya que tienden a ser muy comunes, causan dolor y pueden ser provocadas por muchos factores
Las várices son venas superficiales que se presentan en las piernas y se caracterizan por verse dilatadas, grandes, hinchadas y con un color entre azul, morado y verde. Las venas poseen válvulas que se encargan de mantener la circulación de la sangre en el cuerpo y cuando estas se dañan o debilitan, puede provocar que este proceso se detenga y acumule en ellas. Esta es una de las principales razones por las que surgen las várices, también conocidas como venas varicosas, por lo que tienden a ser muy comunes. Uno de los tratamientos más recomendados para eliminarlas es el láser y por ello, en esta oportunidad te revelaremos todos los detalles sobre este procedimiento.
¿Cómo funciona el láser sobre las várices?
El láser es uno de los tratamientos más actuales diseñados para tratar las várices de forma efectiva, el cual solo puede realizarse en clínicas especializadas con profesionales. El Instituto de Medicina Avanzada (ITYOS) explica que este procedimiento funciona a través de «una fuente lumínica de alta intensidad que actúa como un bisturí inteligente y barre todas las estructuras indeseables o lesiones en la piel como las pequeñas arañas vasculares».
Por otro lado, el portal de salud Cigna aclaró que «el calor del láser daña una vena, lo que hace que se forme un tejido cicatricial. Este tejido cicatricial cierra la vena. Una vena cerrada pierde su fuente de sangre y muere». Asímismo, el doctor Javier Pérez Diez explicó en Elle que el láser «emite una luz de alta energía que atraviesa la piel hasta que es captado por la hemoglobina de la variz, cerrando el vaso enfermo».
Este procedimiento debe contar con una evaluación de prueba por parte de un profesional, en la que se puedan determinar cuántas sesiones serán necesarias para eliminar todas las várices, que suelen comprender entre 2 a 4 sesiones, y si la persona realmente puede optar por este tratamiento, ya que en para algunas esta opción no es efectiva y ameritan de una cirugía profunda. Sin embargo, el láser suele ser muy recomendado en la mayoría de los casos gracias a que es mínimamente invasivo, no provoca cicatrices y no presenta ningún riesgo de infección.
No obstante, no solo existe un tipo de tratamiento láser para combatir las várices, ya que podrás encontrar el externo, que venimos explicando, y el endovenoso, el cual actúa con una fibra láser dentro de un catéter que se introduce en las venas más grandes y trabaja de forma directa. Como te mencionamos anteriormente, solo un médico especialista podrá determinar la mejor opción según las necesidades del paciente.
Cuidados posteriores y riesgos
Este tipo de procedimientos no amerita de una hospitalización, pero si conlleva una serie de cuidados que mejorarán los resultados, como usar medias de compresión especiales para las várices, realizar caminatas cortas a diario y evitar la exposición directa al sol. En la mayoría de los casos, el proceso de recuperación suele ser rápido y agradable, ya que es más preciso y no se dañan los tejidos circundantes. Las personas podrán regresar a sus actividades diarias en poco tiempo.
En cuanto a los riesgos que se puedan presentar, principalmente podrían destacar ligeras quemaduras, cambios en la coloración de la piel o sensaciones de ardor después del tratamiento. Sin embargo, en caso de presentar otro tipo de efectos secundarios deberán consultarse con el médico especialista.
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