Cuidado del cabello: cómo saber cuál es tu tipo de cuero cabelludo

El cuidado del cabello suele relacionarse con una serie de aspectos a tomar en cuenta, siendo el primero la identificación del tipo de cuero cabelludo

Cuero cabelludo

Mejora el cuidado de tu cabello al identificar tu tipo de cuero cabelludo. Crédito: kei907 | Shutterstock

La piel no es la única zona del cuerpo que se puede caracterizar por ser grasa, seca o sensible, sino que el cuero cabelludo también puede presentar estos diferentes tipos que ameritan ser tratados adecuadamente. De hecho, probablemente alguna vez escuchaste a alguna chica decir que debía lavar constantemente su cabello porque se ensuciaba con facilidad, lo cual podría corresponder a un cuero cabelludo graso. Para que mejores el cuidado de tu cabello y logres tratarlo efectivamente, en esta ocasión te hablaremos sobre los diferentes tipos de cuero cabelludo.

El cuero cabelludo es la capa de la piel que se encarga de cubrir la parte superior de la cabeza, en la que crece el cabello a través de los folículos pilosos y donde se almacenan una gran variedad de vasos sanguíneos. Sin embargo, no cuenta con la mismas características sobre las cabezas de todas las personas, ya que pueden clasificarse en diferentes tipos que deben ser tratados adecuadamente. De hecho, conocer cuál es tu tipo te ayudará a evitar posibles afecciones y lograr que se mantenga limpio por mayor cantidad de tiempo.

Cuero cabelludo
Identifica tu tipo de cuero cabelludo para usar los productos adecuados en tu rutina de haircare.
Crédito: Alon Za | Shutterstock

¿Cuáles son los tipos de cuero cabelludo?

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1.- Normal

El cuero cabelludo normal presenta características que le otorgan una buena apariencia, como un brillo adecuado, aspecto sano, textura suave y suelen mantenerse los peinados. Las chicas que cuentan con este tipo no suelen presentar mayores inconvenientes, ya que puede mantenerse fácilmente con ayuda de un shampoo suave, mascarillas nutritivas para fortalecer la hebra capilar e incluso, pueden cepillarse varias veces para estimular la circulación de la sangre y favorecer la actividad de las glándulas sebáceas.

2.- Seco

El cuero cabelludo seco se identifica principalmente por ser áspero al tacto, verse opaco, tener hebras capilares secas, ser susceptible a la rotura y presentar estática. Su aspecto seco se debo principalmente a que las glándulas sebáceas no trabajan lo suficiente y no se secrete el aceite natural necesario para mantener un ambiente normal, aunque del mismo modo se relaciona con la falta de hidratación en el organismo. Para este caso, se aconseja utilizar productos hidratantes, incluir el preshampoo con aceites dentro de la rutina, realizar masajes capilares que promuevan la circulación sanguínea y la distribución de aceites naturales, así como evitar los productos con alcohol.

Cuero cabelludo
No todos los productos pueden ser utilizados sobre cualquier tipo de cuero cabelludo ya que podrían causar resultados no deseados.
Crédito: Sasha Turkina | Shutterstock

3.- Graso

El cuero cabelludo graso, como su nombre lo indica, se debe al caso en el que las glándulas sebáceas trabajan en exceso y producen una gran cantidad de sebo o grasa en la zona. Este se identifica por tener un cabello lacio, libre de volumen, sin vida, que parece estar constantemente sucio y cuyo brillo se asocia con el exceso de sebo. Para cuidar este tipo de cuero cabelludo, se recomienda usar shampoos o tratamientos adecuados para el control de grasa, lavarlo las veces que sean necesarias, no aplicar aceites en la zona y evitar los masajes. Además, la temperatura también suele cobrar un rol importante ya que debe usarse tanto el agua para ducharse como el secador en frío, ya que el calor puede aumentar la producción de sebo.

4.- Sensible

El cuero cabelludo sensible se caracteriza por irritarse con facilidad, presentar microinflamaciones, enrojecimientos, hormigueo y se vuelven más frágiles con el constante lavado. Este tipo se relaciona principalmente con el uso de algunos productos químicos que generan una reacción negativa, la exposición a ciertas condiciones climáticas, el estrés o la contaminación. En estos casos, se aconseja usar shampoos suaves que contenga fórmulas ricas en ingredientes naturales como la manzanilla y evitar aquellos tratamientos de composición fuerte, como alisados, decoloraciones y tintes con amoniaco.

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