Armonización facial: en qué consiste este tratamiento con ácido hialurónico y bótox
Los tratamientos estéticos se han convertido en la opción ideal para tratar las necesidades del rostro, aunque la mejor forma de recurrir a ellos es a través de una evaluación de "Armonización facial"
El ácido hialurónico y el bótox son componentes que cada vez son más utilizados dentro de los tratamientos estéticos, ya que aportan grandes resultados sobre las necesidades del rostro con un proceso mínimamente invasivo. De hecho, estos han vuelto a popularizarse dentro de las estéticas bajo el concepto de «Armonización facial», que consiste en un estudio personalizado para mejorar las facciones del rostro según los deseos de cada persona. Para que te animes a conocer más sobre este procedimiento, en esta oportunidad te compartiremos todos los detalles sobre qué es la armonización facial y cómo funciona para mejorar el aspecto del rostro.
¿Qué es la armonización facial?
La armonización facial es un nuevo concepto que cada vez se hace más presente en las clínicas estéticas, la cual busca mejorar las facciones del rostro y tratar sus necesidades. El portal oficial de la Clínica Clever de España explica que «es un conjunto de procedimientos estéticos que, cuando se combinan, mejoran la simetría del rostro, transforman algunas características y tratan el envejecimiento de la piel, caracterizado por la pérdida de elasticidad, volumen y grasa». Uno de los principales componentes que suelen utilizarse para estos procedimiento es el ácido hialurónico, ya que es una molécula que es producida de forma natural por el organismo y aporta una gran variedad de beneficios como hidratar, mejorar la firmeza, dar volumen a la piel. Sin embargo, también pueden usarse neuromoduladores, como el bótox, para atacar de forma directa la aparición de arrugas y líneas de expresión.
El primer paso que realizan los especialistas durante una armonización facial es la evaluación del rostro, donde determinan las necesidades principales y los aspectos que pueden mejorarse con ayuda de los tratamientos. Durante una armonización facial se puede tratar arrugas o líneas de expresión en la frente, patas de gallo y alrededor de los labios, así como aumentar el volumen de los labios, disminuir las ojeras oscuras, mejorar la apariencia de los pómulos, alargar la mirada, reducción de papada, estilizar la nariz y corregir la mandíbula. De hecho, el ácido hialurónico es uno de los métodos más utilizados ya que al tratarse de una molécula que se produce de forma natural, el organismo tiende a reabsorbela. Sin embargo, los médicos especialista serán los encargados de determinar cuáles son los mejores procedimientos, ya que cada persona presenta necesidades diferentes.
En este sentido, la armonización facial busca aportar los resultados adecuados para cada persona, por lo que es un trabajo completamente personalizado que se practica en función de las facciones y rasgos que busquen destacarse o disimularse. Además, el uso de ácido hialurónico y neuromoduladores permite ofrecer cambios de forma inmediata que pueden mantenerse en el rostro por un aproximado de 6 a 9 meses dependiendo de los tratamientos utilizados.
Cuidados y contraindicaciones
Uno de los grandes beneficios de la armonización facial es que posee tratamientos que no son invasivos, ni requieren pasar por el quirófano y tampoco causan efectos secundarios, a excepción de las inflamaciones o pequeños enrojecimientos que puedan presentarse. Sin embargo, por tratarse de un procedimiento personalizado, será el especialista el encargado en identificar que personas no resultan ser candidatas a la aplicaciones del ácido hialurónico o neuromoduladores, aunque principalmente no se recomiendan usar en personas con problemas neuromusculares y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
En cuanto a los cuidados, estos también suelen relacionarse directamente con los tratamientos que se utilizaron, aunque como principales medidas se recomienda evitar la exposición directa al sol, usar protector solar, analgésicos recetados en caso de presentar dolor y no realizar actividades físicas de alto impacto los primeros días. Además, el proceso de recuperación del rostro se extiende hasta los 7-10 días, aunque puede retomarse la vida social y laboral con normalidad. ¿Te animarías a probar la armonización facial?
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