Acondicionador y mascarilla para el cabello: cuáles son las diferencias entre ambos
Los tratamientos diseñados para hidratar, como los acondicionadores y las mascarillas, son una de las principales opciones para mejorar el aspecto del pelo
Utiliza el acondicionador y la mascarilla adecuadamente para cuidar tu cabello. Crédito: Aquarius Studio | Shutterstock
Las rutinas de cuidado del cabello cada vez son más extensas y cuentan con nuevos productos, lo cual se debe a la inclinación de muchas chicas por aprender a proteger su cabellera y cubrir cada una de sus necesidades. Sin embargo, algunos de estos cuentan con características específicas que cumplen diferentes propósitos, aunque su empaque pueda lucir muy similar. Un claro ejemplo de este caso es el uso del acondicionador y la mascarilla, los cuales muchas chicas tienden a confundir con facilidad entre sus rutinas de lavado. Conoce todos los detalles sobre estos productos y cuáles son sus diferencias.
¿Para qué sirve cada producto?
El acondicionador es una de las opciones básicas que forman parte dentro de una rutina de lavado, diseñado para hidratar el pelo, devolver el brillo y mejorar tanto su suavidad como manejabilidad, tras haber sido limpiado. Este producto destaca por mantener una fórmula ligera que le permite ser utilizado de forma diaria, aunque no todos poseen los mismos ingredientes. De hecho, algunos acondicionadores son diseñados específicamente para cuidar el cabello liso, rizado, ondulado, teñido o maltratado.
Por otro lado, las mascarillas están diseñadas para aportar una hidratación más profunda a las hebras capilares, debido a que poseen una fórmula más potente con mayor proporción de principios activos. Además, estas se caracterizan por presentar tratamientos concentrados que ayudan a recobrar la salud de la fibra capilar, reducir el encrespamiento, reparar los daños causados por el maltrato químico y a sellar la cutícula del pelo.
De este modo, una de las principales diferencias entre ambos productos son las fórmulas que ambas presentan, ya que mientras el acondicionador es más ligero, la mascarilla tiende a ser más espesa y concentrada. En cuanto al uso, la primera opción puede utilizarse de forma diaria o interdiaria y la segunda solo se recomienda aplicar una vez a la semana. Aunque ambas opciones ayuden a hidratar el pelo, una logra trabajar de forma más profunda y específica para cubrir sus necesidades.
¿Cómo incluirlos en tu rutina de cuidado capilar?
Antes de incluir cualquiera de estas opciones en tu rutina de lavado, resulta de suma importancia que optes por los productos adecuados para cubrir las necesidades de tu cabello, ya se trate de uno rizado, liso, maltratado químicamente o con encrespamiento. Tras lavar tu pelo con shampoo, procede a aplicar el acondicionador desde la mitad del cabello hacia las puntas y permite que actúe por algunos segundos. Para el uso de la mascarilla, destina su uso para un solo día de la semana, aplícalo después del acondicionador y permite que actúe durante al menos 10 minutos. Cuida tu cabello con ambos productos y mejora su aspecto a través del uso adecuado.
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