Cómo la luna afecta tu rutina de sueño
Los ciclos lunares pueden interferir en la forma en que duermes, sin embargo, al establecer una rutina de sueño más sólida puedes descansar y despertar mejor todos los días
Cada ciclo lunar, y cada una de sus fases, nos ofrece diferentes oportunidades, desafíos y lecciones. Comprender los impulsos emocionales y cómo usar las energías de cada fase lunar puede ayudarte a realinear todo en tu propia vida, para entender cuándo necesitas descansar y cuidar de ti misma y cuándo hacer que las cosas sucedan.
“Al igual que la luna cambia las mareas, ejerce la misma atracción gravitacional en el mundo interior acuoso de nuestras emociones, intuición, sueños y el llamado de nuestra alma”, dice Kirsty Gallagher, autora de Lunar Living: Working with the Magic of the Moon Cycles.
Un estudio de 2013 examinó la relación entre los ciclos lunares y el sueño y los ritmos de melatonina, y concluyó que la luna llena de hecho interrumpió el sueño de los voluntarios. Ubicado en un ambiente oscuro y estrictamente controlado donde los voluntarios no podían ver la luna, los voluntarios tardaron cinco minutos más en quedarse dormidos, durmieron 20 minutos menos y pasaron un 33% menos de tiempo en un sueño profundo. Y para algunos, es posible que esos 20 minutos sean cruciales.
En una entrevista con la BBC, el Dr. Neil Stanley, experto en sueño del Reino Unido, comentó: “Va a haber luna llena todos los meses, te guste o no”. Entonces, si no podemos detenerlo, ¿cómo vamos a trabajar con eso? Cuidar de ti y tus necesidades marcará la diferencia en cómo te sientes, actúas y reaccionas el resto del mes.
La luna y tu rutina de sueño
Aquí hay algunos consejos para crear una rutina que te brindará las mejores posibilidades de dormir durante los ciclos lunares.
Primero y ante todo, haz del sueño una prioridad. Cuando duermes, tu cuerpo se recupera, por lo que, además de comer bien y hacer ejercicio, dormir lo suficiente es lo más importante que puedes hacer por tu salud.
- Evita las comidas abundantes cerca de la hora de acostarte, pero no te acuestes con hambre. Un pequeño refrigerio está bien, pero no busques alimentos azucarados o grasos si te sientes triste o con poca energía. Y recuerda que la cafeína permanece en el cuerpo hasta por 8 horas, por lo que debes evitar beberla después de las 2 pm. Si te apetece una bebida caliente por la tarde, prueba un té de hierbas.
- Crea una rutina relajante para la hora de acostarte, preferiblemente una que esté en sintonía con tu ritmo circadiano para que sea más fácil de mantener. Nuestros relojes biológicos los establecen el sol y la luna. A medida que se pone el sol, la melatonina en nuestro cuerpo comienza a aumentar, preparándolo para dormir. ¿Sabías que algunos gurús del sueño sugieren usar gafas de sol después de las 4 pm para aumentar la producción de melatonina?
- Aproximadamente una hora antes de dormir, evita los dispositivos electrónicos como computadoras portátiles, tabletas y teléfonos inteligentes. La luz azul que emiten estos dispositivos altera tu ritmo circadiano, lo que hace que tu cerebro piense que es de día. Tu rutina debe incluir actividades relajantes, como escuchar música tranquila o leer en una habitación con poca luz.
- Duerma en un ambiente relajante para ayudar a mejorar la calidad de tu sueño. Si hay mucha luz, usa cortinas opacas o antifaces para los ojos. Los estudios demuestran que la temperatura óptima para dormir es de alrededor de 18,5 grados, por lo que mantener tu dormitorio fresco es imprescindible.
- No postergues la hora de despertarte. Los estudios del sueño han descubierto que presionar el botón de “postergar” no solo puede alterar los patrones de sueño saludables, sino que también puede hacer que te sientas somnoliento durante el resto del día.
Establece una rutina de sueño y apégate a ella, incluso los fines de semana y no presiones el botón de snooze o postergar.
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