Difuminar el maquillaje con brochas, esponjas o dedos: cuál es la mejor opción para tu look
Para mejorar el resultado de tus maquillajes, resulta de suma importancia que utilices las herramientas adecuadas, y para ello, te compartiremos cuál es la mejor opción para ti entre las brochas, esponjas o tus propios dedos

Usa brochas, esponjas y tus propios dedos para mejorar tus looks de maquillaje. Crédito: Prostock-studio | Shutterstock
Al momento de realizar un maquillaje, existen muchas técnicas y consejos que pueden ayudarte a lograr el look deseado. Sin embargo, la gran variedad de opciones también puede causar confusión y en uno de los principales casos en los que suele presentarse es al momento de difuminar, debido a que puedes usar tanto la brocha, como esponja y tus propios dedos. En esta ocasión, te compartiremos cuándo usar cada una de estas opciones y la mejor según tu look.

¿Cuándo utilizar cada herramienta para maquillarte?
1.- Brochas
Las brochas es uno de los utensilios más básicos dentro del mundo del maquillaje, ya que por décadas han sido usadas para aplicar y difuminar diferentes cosméticos, como bases, polvos, contornos, sombras y rubores.
Esta herramienta se identifica por presentar una serie de cerdas, con diferentes tamaños y formas, que se encargan de distribuir el producto, así como un mango para sujetarla con la mano.
La brocha es ideal para aportar mejores acabados con los productos, como una cobertura completa con base, así como difuminar con facilidad, favorecer la durabilidad del cosmético, mejorar su adherencia a la piel e impulsar el acabado de los sellados con polvo.
De hecho, los productos con presentación en polvo se recomiendan aplicar solo con brochas, ya que sus cerdas se encargan de distribuir el producto por todo el rostro de manera uniforme.
Si buscas un look de cobertura completa o acabado profesional en tu rostro, inclínate por las brochas.
2.- Esponjas
Las esponjas se volvieron muy populares en la última década gracias a la creación de la “Beauty Blender”, un tipo de esponja con forma de ergonómica o de huevo, que destacó por facilitar la aplicación de muchos productos de maquillaje.
Una de las principales ventajas de esta herramienta es que puedes usar menores cantidades de producto, ya que al usarse húmeda no absorbe el cosmético, sino que se encarga de distribuirlo por todo el rostro con buena cobertura.
La esponja destaca por aportarle un acabado húmedo y fresco al rostro, y su cobertura puede resultar moldeable según la técnica que uses para difuminar, ya sea con movimientos de punto o barrido.
Además, gracias a que se encuentra en diferentes tamaños, puede ser ideal para llegar a las zonas más difíciles del rostro, como los laterales de la nariz y los párpados.
Sin embargo, no resulta ser tan efectiva al momento de aplicar polvos sueltos, a excepción de trabajar en un efecto backing o usar brochas redondas clásicas para polvos compactos.

3.- Dedos
El uso de los dedos en el maquillaje es un truco de belleza milenario, ya que por años las mujeres han utilizado estas herramientas para mejorar sus looks
Los dedos son ideales para integrar los productos gracias a la temperatura corporal, lo que favorece la pigmentación.
Sin embargo, estos solo se aconsejan usar para casos puntuales y con poca cantidad de producto, como para corregir las ojeras con un poco de corrector, aplicar el iluminador sobre el pómulo, emplear poca cantidad de sombra en los párpados o difuminar el rubor sobre las mejillas.
Los dedos son la opción ideal para otorgarte un look natural y con poco esfuerzo, aunque para el uso de bases y polvos si tendrás que recurrir a las anteriores herramientas. No olvides limpiarlos antes de usarlos.
Anímate a armar un look usando brochas, esponjas y tus propios dedos para un resultado sorprendente.
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