Ácido salicílico: cómo usarlo para tratar el acné y mejorar el cuidado de la piel

Los brotes de acné, puntos negros y poros obstruidos suelen ser tratados con diferentes productos, aunque uno de los más efectivos es el ácido salicílico

ácido salicílico

Trata los brotes de acné y puntos negros en la piel con el uso del ácido salicílico.  Crédito: Prostock-studio | Shutterstock

El ácido salicílico es uno de los ingredientes más recomendados en la actualidad para mejorar el cuidado de la piel, sobre todo cuando esta presenta brotes de acné, aparición de puntos negros y es propensa a la obstrucción de los poros. De hecho, cada vez son más los productos que incluyen este componente en su fórmula debido a la gran demanda que existe sobre el mismo. El ácido salicílico destaca por aportar una gran variedad de beneficios al rostro y es una opción que se recomienda para tratar principalmente la piel grasa. Para que te animes a incluirlo en tu rutina de skincare, en esta ocasión te compartiremos todos los detalles sobre el ácido salicílico, sus beneficios y cómo usarlo.

ácido salicílico
Incluye el ácido salicílico en tu rutina de skincare para prevenir la aparición de brotes de acné.
Crédito: Sergey Zaykov | Shutterstock

Beneficios del ácido salicílico

En la actualidad, existen una gran cantidad de activos y ácidos que son utilizados para el cuidado de la piel, siendo el ácido salicílico uno de los más reconocidos. Este componente se identifica como una sustancia beta hidroxiácida que trabaja como un exfoliante químico sobre la piel, el cual cuenta con propiedades purificantes, antisépticas, antibacterianas, antiinflamatorias, analgésicas y antipiréticas. El ácido salicílico actúa como disolvente desde el interior del rostro hacia el exterior, por lo que logra eliminar las células muertas de la piel, así como la obstrucción en los poros, limpia a profundidad, combate las espinillas y otorga otra serie de beneficios que evitan la aparición de imperfecciones. Algunas de las ventajas que puedes obtener de su uso son:

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  • Ayuda a regular la producción excesiva de sebo.
  • Desobstruye los poros.
  • Brinda un efecto antioxidante.
  • Limpia la piel a profundidad.
  • Combate los brotes de acné y previene sus futuras apariciones.
  • Promueve la renovación celular.
  • Previene la aparición de arrugas y líneas de expresión.
  • Reduce el aspecto oscuro de las manchas.
  • Aporta un acabado más suave y terso.

¿Cómo incluirlo en tu rutina de skincare?

Dentro del mundo de los productos de belleza, existen una gran variedad de opciones que cuentan con este componente, como es el caso de sérums, cremas o limpiadores. Aunque el ácido salicílico cuenta con muchas propiedades, no es un ingrediente que pueda ser utilizado todos los días, ya que usarlo excesivamente podría causar una constante exfoliación que no permita que la piel se recupere y que a largo plazo dificulte su regeneración celular, provoque enrojecimientos e irritaciones. Además, resulta de suma importancia mencionar que este es un producto poco recomendado para las pieles sensibles y secas; se recomienda consultar con el dermatólogo para estos casos.

ácido salicílico
Evita los brotes de acné al usar productos con ácido salicílico.
Crédito: New Africa | Shutterstock

El ácido salicílico puede ser utilizado de una gran variedad de formas debido a sus distintas presentaciones, aunque la principal recomendación es empezar por concentraciones bajas. En caso de contar con brotes de acné, te recomendamos utilizar cremas o tratamientos específicos para ello, que incluyan este componente y aplicarlo de forma puntual sobre las lesiones, así como seguir las indicaciones del producto. Para regular el exceso de producción de sebo, puedes adquirir un limpiador o tónico con ácido salicílico y usarlo solo dos o tres veces a la semana. Finalmente, si quieres desobstruir tus poros y mejorar el aspecto de tu piel, usa un sérum que contenga esta sustancia e inclúyelo en tu rutina dos veces por semana, acompañado por ácido hialurónico.

Cada una de estas opciones deben ser usadas durante la noche, sobre el rostro limpio y seco, continuar con un producto hidratante, y al siguiente día, debes realizar una nueva limpieza y aplicar protector solar. Además, es importante observar el comportamiento de tu piel y evitar que el producto se acerque a la zona de los ojos. ¿Te animarías a probar el ácido salicílico?

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