Zara, H&M, Primark a la delantera: la ropa fast-fashion ocupa el 80% de los armarios femeninos

El fast fashion es una de las tendencias que ha impulsado la industria de la moda en diferentes partes del mundo

Fast fashion

La ropa fast-fashion se apodera de los armarios de las chicas con las últimas tendencias y sus bajos costos Crédito: Cast of Thousands | Shutterstock

El fast fashion, traducido al español como moda rápida, es uno de los términos que ha cobrado mayor fuerza en las grandes industrias que se dedican a la exhibición de nuevos diseños. El mismo se define como un fenómeno que introduce nuevas colecciones de ropa que presentan las últimas tendencias de la moda, las cuáles se mantienen por cortos plazos de tiempo, se fabrican de forma acelerada y representan un bajo costo. En la actualidad, la ropa fast-fashion ocupa el 80% de los armarios femeninos y en esta oportunidad te hablaremos sobre los detalles que arrojan recientes estudios, así como su impacto en el medio ambiente.

El fast fashion representa la oportunidad ideal para las chicas de sentirse a la moda con las últimas tendencias, pero del mismo modo implica una serie de consecuencias que pueden afectar a otros sectores. Aunque suene como una propuesta atractiva, podrás informarte un poco más sobre ella tras los informes que te presentaremos a continuación.

Fast Fashion
La ropa fast fashion presenta las últimas tendencias rápidas de la moda.
Crédito: Strandet | Shutterstock

La inclinación por la ropa fast-fashion

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Un reciente estudio publicado por Banco Online N26, reveló que el fast fashion era uno de los principales factores que había impulsado a la industria de la moda a recuperarse tras la pandemia por el virus Covid19, ya que muchas chicas empezaban a inclinarse por comprar más y gastar menos, sobre todo cuando podían hacerlo de forma online.

Esta tendencia además de contar con características como mantenerse al día con los últimos lanzamientos de la moda y sus bajos costos, también se identifica por su fácil acceso a través de portales web y compras online. De hecho, el estudio identificó que específicamente en España, los comercios de moda rápida como Zara y H&M vieron aumentar en un 291,86% el número de adquisiciones durante junio de este 2022, en relación al mismo mes del año anterior.

Incluso, otros estudios revelaron que en Estados Unidos gran parte de la población femenina se inclina por adquirir sus piezas en tiendas como Forever 21, Primark, Bershka y GAP, las cuales al igual que Zara y H&M, las cuales se dedican a presentar nuevas colecciones a corto plazo y con bajo costo. Esta tendencia se ha encargado de acelerar el consumo, gracias a estudios de comportamiento y mercado, campañas de publicidad y estrategias de producción, distribución y marketing, lo que les ha permitido atraer a un gran público.

El fast fashion introduce una serie de nuevas colecciones que alimentan el consumismo y el corto tiempo de vida de los productos, ya que con una nueva colección cada poco tiempo, la mayoría de las prendas terminan en la basura. Incluso, algunos informes presentan que anualmente muchas de estas marcas confeccionan aproximadamente 150 mil millones de prendas y estiman que el 30% de ese total nunca llega a venderse.

Fast Fashion
Adquiere prendas de segunda mano y mejóralas para ayudar al medio ambiente.
Crédito: Lolostock | Shutterstock

El impacto del fast-fashion

A pesar que el fast-fashion se ha convertido en una excelente solución para la industria de la moda, también se ha identificado como una de las principales causas de la contaminación causada por textiles. Esta tendencia representa un alto consumo de recursos naturales e insumos químicos, así como la generación de vertimientos y emisiones, por lo que se posiciona como una de las más perjudiciales para el planeta.

Victoria Nogales, diseñadora de moda y estilista española, es una de las principales personalidades que se ha pronunciado en contra del consumo del fast-fashion y alentó a la idea de inclinarse por piezas de segunda mano, ya que para ella significa darle “una segunda vida a las prendas con otra persona”. Al igual que Nogales, estudios de diferentes organizaciones alertan sobre las posibles consecuencias del consumo excesivo de fast-fashion y lo que esto podría significar para el planeta en algunos años.

La mejor forma de aliviar el impacto del fast fashion es evitar comprar ropa no indispensable, consumir de forma responsable, principalmente en marcas de prendas sostenibles, y adquirir piezas de segunda mano que puedan obtener una segunda oportunidad. Anímate a seguir las tendencias de la moda a tu propio ritmo y evita la presión ocasionada por la sociedad o las grandes campañas de publicidad.

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