Piel sensible: paso a paso, la rutina de skincare a seguir para no dañarla

Tener una rutina sólida de cuidado de la piel es muy importante, pero si tienes la piel sensible lo es aún más

rutina de skincare piel sensible

La piel sensible puede presentar brotes de acné o resequedad.  Crédito: Freepik

La piel sensible tiende a agravarse cuando la barrera cutánea natural se ha visto comprometida, lo que agrava síntomas como enrojecimiento, picazón y descamación. Este tipo de piel también se puede combinar con otros tipos; por ejemplo, puedes tener una piel sensible con tendencia al acné o una piel sensible y seca.

La parte complicada de crear la mejor rutina de cuidado de la piel para pieles sensibles es que usar nuevos productos puede ser arriesgado, especialmente cuando los cambios más simples provocan una reacción adversa. Es por eso que se recomienda elegir fórmulas suaves y sencillas que mantengan la piel hidratada con una mínima irritación.

Primero, asegúrate de distinguir cuán sensible es tu piel. “Pasa los dedos por el costado de la cara con una presión de ligera a media; si la piel se enrojece, es sensible”, dijo a Popsugar la facialista Joanna Vargas. O, si tienes un tono de piel más profundo que no muestra enrojecimiento tan fácilmente, la dermatóloga Elizabeth Tanzi, tiene un consejo sencillo: “Sabes que tienes piel sensible si la mayoría de los productos que colocas en tu piel causan escozor o enrojecimiento.”

En primera instancia, el cuidado de tu piel nunca debería doler. Entonces, asegúrate de tener en cuenta estos consejos para crear la mejor rutina de skincare para pieles sensibles.

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Paso 1: limpiar

Este primer paso es primordial en cualquier rutina de cuidado de la piel, pero si tienes la piel sensible, probablemente haya experimentado enrojecimiento o un poco de rubor después de lavarte la cara. Esto podría deberse a que la temperatura del agua es demasiado alta (lava tu rostro con temperaturas tibias para evitar despojar la piel de sus aceites naturales).

Pero lo más importante es revisar la parte posterior de tu limpiador facial para detectar posibles ingredientes irritantes.

“Si tiene la piel sensible, siempre es una buena idea verificar los ingredientes de los productos que estás usando y evitar los irritantes de la piel”, explica la dermatóloga Elizabeth Mullans, de Uptown Dermatology en Houston. “Algunos de los irritantes comunes que se deben tener en cuenta en los productos son fragancias, tintes y conservantes [que] pueden ocultarse en productos de belleza, humectantes o limpiadores”.

Apégate a una fórmula suave que no tenga aroma, jabones, astringentes ni exfoliantes y, en su lugar, busca palabras como “calmante”. Algunas buenas apuestas: Cerave Hydrating Cleanser, Neutrogena Hydro Boost Hydrating Gel Cleanser y Aveeno Ultra-Calming Foaming Cleanser for Sensitive Skin.

Paso 2: tratamiento facial

Se aplican las mismas reglas cuando se trata de elegir un suero o tratamiento facial: busca los ingredientes que han demostrado ser efectivos en tu piel (piensa en ingredientes hidratantes como péptidos, ácido hialurónico, niacinamida, ceramidas) y omite todo lo demás. Si desea utilizar un tónico después de la limpieza, asegúrese de optar por fórmulas sin alcohol ni fragancias.

Con tratamientos más específicos, consulta con tu dermatólogo, especialmente antes de introducir ingredientes más potentes como retinol, exfoliantes como AHA o BHA, o tratamientos de venta libre para el acné en tu rutina de cuidado de la piel, ya que pueden causar posibles brotes según tu nivel de sensibilidad. Para ver cómo reacciona su piel a un producto antes de incluirlo en tu régimen, la mayoría de los médicos recomiendan hacer una “prueba de parche” en un área pequeña de tu cuello o mandíbula 24 horas antes de usarlo por completo.


Paso 3: hidratar

Lo que pasa con la piel sensible es que generalmente se agrava cuando la barrera cutánea se ha visto comprometida, lo que significa que la clave para volver al punto de partida es hidratarla. Dicho esto, tu crema hidratante ideal para el rostro debe ser relajante y simple. Opta por aquellos ingredientes que hayan demostrado hidratar (ácido hialurónico, ceramidas, niacinamida) y omite fórmulas que incluyan fragancias o tintes.

Paso 4: Protección solar

Al igual que con cualquier tipo de piel, siempre debes proteger tu piel de los dañinos rayos UV con un protector solar. La clave es encontrar un FPS que la piel sensible tolere fácilmente y que no obstruya los poros ni cause irritación. La apuesta más segura es buscar protectores solares físicos o minerales con ingredientes como óxido de zinc o dióxido de titanio para protegerte del sol de manera segura.


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