Manicura rusa: cuáles son sus diferencias con la manicura tradicional
La nueva técnica que se populariza en los salones de belleza para arreglar las uñas es la manicura rusa, que resulta ideal para otorgar un resultado impecable, por ello en esta ocasión te compartiremos todos los detalles sobre qué es y cuál es su diferencia con la manicura tradicional
En diferentes ocasiones, hemos mencionado que las manos son la carta de presentación de las personas, y por ello, las chicas suelen acudir al salón de belleza al menos una vez para arreglar sus uñas. Sin embargo, cada vez surgen nuevas técnicas que mejoran sus resultados, como es el caso de la manicura rusa. Conoce sobre qué se trata y cuál es su diferencia con la manicura tradicional.
También leer: Patas de gallo: cómo evitar la aparición de estas arrugas en el contorno de los ojos
¿Qué es la manicura rusa?
La manicura rusa es una técnica que se centra en conseguir unas uñas impecables, limpias y cuidadas, mediante un procedimiento en seco que elimina el exceso de piel de la cutícula acumulado alrededor de las uñas.
En este sentido, esta tendencia por ser un método que garantiza un resultado más duradero y favorece el crecimiento de las uñas más fuertes, debido a que logra eliminar por completo las células muertas que puedan acumularse.
Aunque su nombre es «manicura rusa», la realidad es que se desconoce su origen, por lo que su nombre solo se relaciona con el país en el que empezó a popularizarse, hasta llegar a gran parte de Europa, y posteriormente a Estados Unidos y Sudamérica.
Sin embargo, esta es una técnica que solo puede ser realizada por un profesional, debido a que ellos poseen la técnica meticulosa para usar una lima eléctrica sin generar daños, por lo que se aconseja acudir a un salón de belleza.
También leer: Cómo cuidar la piel seca durante el verano: 4 productos que puedes incluir en tu rutina
¿Cuál es su diferencia con la manicura tradicional?
Uno de los principales motivos por el que la manicura rusa cada vez es más popular se debe al efecto impecable que le ofrece a las uñas, ayudando a suavizar las irregularidades en la superficie y aportando un acabado uniforme.
La primera diferencia de esta técnica ante la manicura clásica es que trabaja en seco, es decir no se empapan las uñas, al contrario de los procedimientos tradicionales con el que primero deben sumergirse las manos en agua caliente.
Otro aspecto clave es que la manicura rusa recurre a un limado utilizando un torno eléctrico sobre la cutícula, por lo que deben mantenerse movimientos suaves y precisos, mientras que en la clásica solo se empuja la cutícula y se corta.
Ciertamente esta nueva técnica no solo destaca por ser moderna, sino también porque ofrece un acabado más duradero que puede extenderse por hasta 3 semanas. Aunque ciertamente solo puede realizar con una manicurista especialista.
¿Te animarías a probar la manicura rusa?
Sigue leyendo: