Cómo limpiar los zapatos de lona adecuadamente para no dañar el tejido
Los zapatos de lona es uno de los modelos más utilizados tanto por hombres como mujeres, ya que es un material que suele estar presente en calzados deportivos
La lona es uno de los tipos de tejidos más utilizados al momento de fabricar zapatos, debido a que se caracteriza por ser un material resistente, fuerte y en algunos casos, impermeable. De hecho, muchos de los zapatos deportivos que usamos en nuestro día a día son diseñados con este tejido, el cual también es presentado en una gran variedad de colores. Al igual que cualquier otra prenda de vestir, este tipo de calzado puede ensuciarse con facilidad y perjudicar su aspecto, sobre todo por la frecuencia con la que suelen usarse. Por ello, en esta ocasión nos encargaremos de compartirte cómo puedes limpiar tus zapatos de lona adecuadamente para no dañar su tejido y hacer que luzcan como nuevos.
Pasos para limpiar tus zapatos de lona
1.- Cepilla y retira los cordones
Al estar expuestos a la suciedad que se encuentra en el piso, los zapatos pueden mancharse fácilmente con tierra, polvo, lodo, aguas negras, restos de comida y cualquier tipo de basura que pueda perjudicar su estado. Por ello, para iniciar con su limpieza te recomendamos identificar todos los restos de suciedad que puedan acumularse en ellos, y con ayuda de un cepillo, empieza a frotar para retirar cada uno de ellos, asegurándote de cubrir todo el tejido y las suelas del calzado. Del mismo modo, te aconsejamos retirar los cordones o trenzas para limpiarlas por separado, las cuales puedes dejar en remojo y posteriormente frotar con un cepillo de dientes viejo que ya no utilices. Conoce cuál es la forma correcta de limpiar los cordones para mejorar el resultado final.
2.- Sumerge tus zapatos en agua
Para ayudar a retirar los restos de suciedad, uno de los mejores consejos que puedes utilizar es sumergir tus zapatos en agua, junto a un poco de jabón neutro y bicarbonato, y dejarlos reposar por un aproximado de 10 a 15 minutos. Incluso, puedes utilizar este tiempo para limpiar tus trenzas como te mencionamos anteriormente. De esta forma, lograrás que la suciedad salga con mayor facilidad al momento de cepillar o frotar tus zapatos. En caso de contar con plantillas extraíbles, este también será buen momento para limpiarlas ya que en ellas suelen acumularse los hongos y el mal olor.
3.- Limpia el tejido
El momento más importante de limpiar este tipo de calzado es al frotarlo con un cepillo, debido a que debes tener un buen manejo del mismo para evitar que se dañe el material. Primero, toma un cepillo que sea adecuado para zapatos o apóyate en un cepillo de dientes que ya no utilices, aplica un poco de jabón sobre el y procede a frotarlo con suavidad sobre el calzado. Es importante que te asegures de limpiar cada zona del calzado con una presión suave cuando te posiciones sobre la lona y más fuerte en el caso de la suela. Además, no te recomendamos usar limpiadores que contengan lejía en caso que tus zapatos sean de colores, ya que podría causar manchas, a menos que el modelo sea blanco. Ten mayor delicadeza al frotar el cepillo sobre las costuras.
4.- Permite que seque en la sombra
Una vez que hayas retirado toda la suciedad, procede a enjuagar tus zapatos varias veces para asegurarte de retirar todos los productos y colócalos en un lugar en el que puedan secarse al aire libre, sin que tengan contacto con los rayos solares debido a que podría perjudicar su color y causar un aspecto amarillo en las suelas. Descubre algunos consejos sobre cómo limpiar las suelas para siempre se vean blancas. Como un truco extra, te aconsejamos incluir pelotas de papel periódico en el interior del modelo, para que ayude a absorber la humedad y evitar que se deforme la zapatilla; cámbialas cada vez que estén completamente mojadas. En caso de necesitar que se sequen con rapidez, puedes utilizar un secador pero a una distancia moderada y con una temperatura media, ya que el calor puede perjudicar el material.
Aunque los zapatos de lona pueden incluirse en la lavadora, la realidad es que se aconseja que sean lavados a manos para no debilitar el material. Además, de esta forma podrás trabajar directamente sobre las manchas y lograr que vuelvan a lucir como nuevos.
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