Radiofrecuencia facial: cómo funciona este tratamiento para reafirmar la piel
La radiofrecuencia facial es un tratamiento que desde hace muchos años forma parte de las opciones que las mujeres utilizan para mejorar el aspecto de sus rostro, aunque en la actualidad algunas desconozcan sus beneficios
La radiofrecuencia facial mejora la firmeza del rostro y su luminosidad. Crédito: Renata Photography | Shutterstock
En la actualidad, el envejecimiento prematuro es una de las principales razones por las que muchas chicas empezaron a desarrollar sus propias rutinas de cuidado de la piel y han optado por probar diferentes tratamientos. De hecho, la frecuencia facial ha logrado posicionarse entre las principales opciones para inclinarse, gracias a los increíbles beneficios que le aporta al rostro. Por ello, en esta oportunidad te compartiremos todos los detalles sobre la radiofrecuencia facial y cómo funciona.
¿Qué es la radiofrecuencia facial?
El portal de medicina de la Clínica Londres explica que la radiofrecuencia facial es “una técnica de medicina estética dirigida a tratar la laxitud de la piel, produce un efecto similar al lifting pero sin cirugía. Se utiliza comúnmente para tratar la frente (levanta las cejas y tensa la piel de la frente), debajo de los ojos (engrosa la piel, tensa y levanta la mejilla superior), las mejillas (disminuye los poros dilatados), la línea de la mandíbula (disminuye la flacidez) y el cuello (la piel se tensa y disminuye las arrugas)”.
Tras una evaluación previa, el tratamiento consiste en someterse a una o varias sesiones de radiofrecuencia, donde se aplica un gel conductor de las ondas electromagnéticas y se realizan movimientos estratégicos para tratar la zona deseada. El medio citado anteriormente, argumenta que “La aplicación de la corriente alterna en el rostro eleva la temperatura de los tejidos más profundos de la piel favoreciendo la estimulación de las células encargadas de producir el colágeno“. De este modo, los resultados buscan devolverle la elasticidad y firmeza al rostro.
De hecho, es un procedimiento no invasivo e indoloro, muy recomendado para tratar de forma puntual la flacidez leve o moderada de los tejidos faciales y mejorar el aspecto de la piel con un acabado rejuvenecido y firme. Además, el único efecto secundario que podría presentarse posteriormente sería el enrojecimiento de la zona tratada.
Beneficios del tratamiento
Además de cumplir con el papel principal de aportar firmeza al rostro, la radiofrecuencia facial también ofrece una gran variedad de beneficios para el rostro que ayudan a mejorar su aspecto. Incluso, pueden motivarte a probarlo lo antes posible:
- Estimula la circulación sanguínea.
- Elimina las toxinas y los desechos.
- Mejora el tono y la elasticidad de la piel.
- Reduce la aparición de arrugas y finas líneas de expresión.
- Beneficia la producción natural de colágeno y elastina.
- Ayuda a drenar las bolsas y ojeras debajo de los ojos.
- Define el óvalo facial.
- Combate la aparición de brotes de acné.
- Hidrata la piel.
- Reduce la grasa acumulada en la papada.
Contraindicaciones
A pesar de ser un tratamiento que puede beneficiar el rostro de muchas persona, no cualquiera resulta ser el candidato adecuado para probarlo. La radiofrecuencia facial esta contraindicada para mujeres embarazadas, en periodo de lactancia, personas con psoriasis, dermatitis, prótesis o implantes metálicos, marcapasos, antecedentes de mala cicatrización o queloides, cáncer, tratamientos de quimioterapia, inmunodeprimidos o que tengan rellenos de ácido hialurónico, bótox y colágeno. Por este motivo, resulta de suma importancia realizar una evaluación previa con un especialista para definir el número de sesiones y si efectivamente puedes optar al tratamiento.
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